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Pérdida auditiva y los jóvenes

Normalmente cuando hablamos de perdida auditiva lo asociamos directamente a personas de edad avanzada y olvidamos que cada vez existen mas jóvenes con este problema. Las personas jóvenes se mueven en ambientes de ocio que en ocasiones pueden ser causa agravante de la pérdida auditiva, hasta ahora era algo que no se había tenido en cuenta, pero cada vez hay mas datos que lo certifican. 

El motivo por el que los ambientes de ocio puede ser una causa agravante de la pérdida auditiva es el ruido. Sin ir más lejos, la Organización Mundial de la Salud alerta sobre un aumento de casos en este sector de la población debido a que el ruido es a día de hoy uno de los contaminantes más agresivos que hay en nuestra sociedad. Los expertos de la OMS han alertado que muchas personas de 40 años tienen una capacidad auditiva de una persona de 60.

De hecho, la mitad de las personas de entre 12 y 35 años corren el peligro con el paso del tiempo de ver perjudicada su salud auditiva debido a la exposición a ruidos fuertes durante largos periodos de tiempo. Esto es debido a actos como pueden ser: las discotecas, conciertos, festivales, el uso inadecuado de auriculares a un alto volumen. En este contexto hay que decir que un sonido que sea de 70 o 90 decibelios no es perjudicial para el oído, pero si supera estas cifras si puede ser muy dañino.

Los expertos recomiendan a los jóvenes que les guste mucho escuchar música con auriculares, que estos no se ajusten mucho al oído, ya que el tener la fuente de sonido muy pegada al órgano de la audición es perjudicial, y que tampoco hace falta que se pongan la música a un volumen muy elevado. Cuanto más volumen se le dé a la música que se escucha a través de los auriculares, mayor estrés producirá a los músculos del oído interno. Esto puede provocar un desplazamiento del umbral auditivo, por lo que podría limitar los sonidos de tono bajo que puede escuchar. Además, los ruidos altos dañan la capa que recubre las células nerviosas encargadas de transmitir los sonidos al cerebro.

Aparte de causar pérdida de audición, la sobreexposición a ruidos fuertes también aumenta el riesgo de sufrir acúfenos inducidos por ruido. La consecuencia es muchos adolescentes y jóvenes empiezan a notar pitidos en el oído, que en algunos casos se pueden volver crónicos.

El ruido perjudica seriamente la salud. Es fuente de estrés, insomnio, ansiedad y, por supuesto, pérdida auditiva. Y el problema es que muchos de los afectados no son conscientes y mantienen hábitos diarios nocivos. Por lo que, los jóvenes deben concienciarse de que la salud auditiva es un problema a tratar desde una edad temprana, para así perjudicar lo menos posible y proteger a sus órganos auditivos.

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